¿Las personas con enfermedad de Parkinson huelen diferente?

 Usando las habilidades de un “súper olfato”, los investigadores han identificado cómo la enfermedad de Parkinson altera la forma en que una persona huele. Esperan que el descubrimiento ayude a ayudar al diagnóstico temprano.
Un estudio reciente investigó los vínculos entre el olor y el Parkinson.
El Parkinson es una condición neurodegenerativa progresiva.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) estiman que alrededor de medio millón de personas en los Estados Unidos viven con la enfermedad.
La enfermedad de Parkinson tiende a afectar a los adultos mayores.
La población de los Estados Unidos está envejeciendo, por lo que es probable que aumente la cantidad de casos de Parkinson.
A pesar de décadas de intensa investigación, todavía no existe una cura para la enfermedad y no existe una prueba diagnóstica confiable.
La necesidad de nuevos diagnósticos.

Actualmente, el tratamiento no puede comenzar hasta que aparezcan los signos motores motores, como el temblor y la rigidez. Sin embargo, la descomposición del tejido nervioso comienza alrededor de 6 años antes de que las personas noten algún signo clínico.
Encontrar una forma confiable de diagnosticar la enfermedad de Parkinson antes significaría que el tratamiento podría comenzar antes y, quizás, que podríamos mantener la enfermedad a raya durante más tiempo.
Los médicos han usado el olor para ayudar a sus diagnósticos durante siglos. Por ejemplo, algunas personas afirman que la escrófula tiene un olor similar al de la cerveza pasada, mientras que la fiebre tifoidea produce un aroma que recuerda al pan horneado.
Sin embargo, hasta hace poco, ningún olor se había asociado con una condición neurodegenerativa de ningún tipo.
Los investigadores no diseñaron su estudio para descubrir por qué los niveles de ácido hipúrico, eicosano y octadecanal están elevados en el sebo de las personas con enfermedad de Parkinson. Sin embargo, los autores discuten algunas posibles causas.
Por ejemplo, estudios anteriores habían confirmado que existen vínculos entre varias afecciones de la piel y la enfermedad de Parkinson. Los autores explican cómo algunas investigaciones sugieren que ciertos microbios son más comunes en la piel de las personas con Parkinson.
Malassezia spp. – una levadura presente en la piel humana – a menudo aparece en mayores cantidades en personas con Parkinson.
Según los autores del estudio, estos cambios en la levadura y las poblaciones bacterianas pueden alterar la microflora y la fisiología de la piel en formas “altamente específicas” para la enfermedad de Parkinson.
Estos hallazgos abren la puerta a una forma completamente nueva de abordar el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson; También podrían ofrecer una nueva perspectiva de cómo progresa la condición.

Comentarios

Entradas populares de este blog